El otro día escuché una cita que realmente me asombró, y asombraría a cualquiera en la industria de gestión de proyectos. Estaba hablando con un compañero de trabajo sobre el mercado laboral y me dijo: “Sabes que los gerentes de proyectos cuestan diez centavos por docena”. Cuando escuché eso, me quedé boquiabierto. Comencé a tener dudas sobre los gerentes de proyecto y cómo alguien puede decir que son los Gerentes de Proyectos como una moneda de ¢10, la docena. Entonces, comencé a pensar que tal vez tenía razón: ¿Son tal vez los gerentes de proyecto realmente como una moneda de diez centavos la docena? Spoiler: No, necesariamente.
Si los gerentes de proyecto entran en esa categoría, me preguntaba: ¿Tener su PMP® le hace especial? ¿Qué pasa con las credenciales PgMP®? Mejor aún, ¿qué hay de tener su maestría o doctorado en gestión de proyectos? Cuando tiene esas credenciales, ¿eso lo saca de las personas que piensan que está en la categoría de “diez centavos la docena”? ¿Qué separa a los grandes gerentes de proyecto del resto? ¿Cómo saber realmente si usted es un buen gerente de proyecto? Si sus proyectos llegan a tiempo y dentro del presupuesto, ¿eso lo hace genial? ¿Qué sucede si los miembros de su equipo le odian en el camino?
Hay muchas respuestas a estas preguntas, y hay muchas formas en que un jefe o compañero de trabajo puede decirle si creen que usted es un buen gerente de proyecto o no. Las bonificaciones, los aumentos o una palmada en la espalda a la antigua se usan mucho, pero la única forma verdadera de saber es preguntándose a sí mismo. Realizar una autoevaluación es una de las cosas más difíciles que una persona puede hacer, pero evitarla puede ser aún más perjudicial para su carrera. Hay un punto en el que usted tiene que echar un buen vistazo a su carrera y qué tan bien lo está haciendo realmente.